6. Colombia

Foto:
Claudio Ronchini
Población:
42.3 millones de personas (2000)
Extensión territorial: 1, 141, 748 Km2
Forma de gobierno: república presidencial
En Colombia ocurrió un proceso acelerado de concentración
de tierra en manos de los grandes propietarios, reduciendo
el área sembrada en forma drástica. Según
un estudio de la Contraloría General de la Nación,
la región occidental colombiana tiene el más
alto porcentaje de concentración latifundista. El Valle
del Cauca, entre 1985 y 1996, aparece como el estado donde
el proceso de concentración fue más intenso.
También fue observada una elevada concentración
en Antioquía, Sucre y César.
La
población rural pasó de 6 millones, en 1938,
a 11.6 millones en 1996. En este período, la población
económicamente activa del sector agropecuario aumento
de 1.9 millones a 2.7 millones. Los trabajadores autónomos
del sector agrícola pasaron de 600 mil en 1938 a 700
mil en 1964 y a 800 mil en 1993.
El
campesinado no solamente enfrenta, y ni siquiera de forma
central, a los latifundistas, sino fundamentalmente al capital
trasnacional y su modelo de globalización. Este modelo
busca limpiar del territorio a las personas "ineficientes"
y esto se hace a través de la guerra. Los desalojados
existen no solamente porque hay guerra, sino que principalmente,
hay guerra para que existan desalojados. O sea, el objetivo
es sacar a los agricultores del campo a través de la
guerra.
Reseña
histórica.
Desde
el inicio del siglo XX, hay registros de la organización
campesina contemporánea, al lado de las luchas de los
indígenas y de los afro-colombianos. En 1926, la lucha
campesina conquistó la promulgación de la Ley
No. 74 que reconoce la función social de la propiedad,
autoriza al estado a expropiar tierras cultivables ociosas
y estableció otras medidas a favor de los campesinos.
Entre
1934 y 1936, en el apogeo de la lucha de masas en Colombia,
se acumularon importantes conquistas. La aprobación
de la Ley No. 200 en 1936 fue una tentativa de realizar una
reforma agraria a través de simples modelos de parcelamiento
de tierras. En esta época, surgió el banco Agrícola
Hipotecario.
En
1944, los latifundistas consiguieron la aprobación
de la Ley No. 100, la cual favoreció la violencia en
el campo al retardar, hasta 1956, la aplicación de
la Ley No. 200 en relación a los beneficios y garantías
para los aparceros y arrendatarios y para declarar de utilidad
pública los contratos de aparcería.
Desde
1942, el campesinado ya contaba con la primera organización
nacional, la Federación Nacional Campesina e Indígena,
fundada el 12 de octubre. La Federación se convirtió,
en 1947, en la combativa Confederación Campesina e
Indígena.
A
partir de 1946 hubo una creciente violencia en el país.
Estaba dirigida contra la Confederación y culminó
con la muerte de la mayoría de sus dirigentes. La violencia
liquidó a la organización campesina e indígena
y asumió su fase más cruel con el asesinato
de 200 mil campesinos y el despojo de otros 2 millones de
sus tierras. En esas tierras fueron introducidas explotaciones
a gran escala, como la caña de azúcar y el algodón.
Esa represión contra las organizaciones civiles abrió
espacio para el crecimiento de las guerrillas en el país.
Sólo
en 1958 fueron firmados tratados de paz con todos los grupos
guerrilleros. Eso abrió el camino para el surgimiento
de medidas relacionadas a la reforma agraria y a la reorganización
clasista del campesinado, pero fracasaron. Los insurgentes,
como son llamados los grupos guerrilleros, nacieron a partir
de la cuestión de la tierra. Esos grupos son varios,
pero el más conocido son las FARC (Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia).
Sin
embargo, con el pacto entre partidos tradicionales y asociaciones
de propietarios en 1962, fue interrumpido el proceso de reforma
agraria. La Ley No. 4 de 1973, liquidó las posibilidades
de reforma agraria en Colombia. Desde ese año, el Instituto
Colombiano de Reforma Agraria (INCORA), redujo sus acciones
para aplicar penalidades a los latifundios y, al mismo tiempo,
fueron puestos en práctica métodos para detener
la lucha campesina.
La influencia del Banco Mundial
Las
ocupaciones de tierras llegaron a 600 en 1961 y se redujeron
a 6 entre 1978 y 1981. La lucha guerrillera, sin embargo,
se multiplicó. En las zonas de colonización
fueron a parar 27 millones de dólares de crédito
del Banco Mundial. Esas son las áreas donde más
proliferaron otras alternativas a la reforma agraria: una
lucha guerrillera y el narcocultivo.
La
actual dominación en Colombia ha sido armada, no sólo
por falta de presencia del estado, sino también como
respuesta a las constantes maniobras del latifundio para expandirse
a costa del trabajador rural y para eliminarlo como potencial
competidor del mercado.
Atendiendo
la propuesta del Banco Mundial, el Gobierno de César
Gaviria propuso el "mercado subsidiado de tierras"
en Colombia, o sea, la compra y venta de tierras. El programa
de mercado subsidiado de tierras fue propuesto por el Banco
Mundial y creado por la Ley No.170 de 1994. En junio de 1996
un préstamo concedido llamado crédito de inducción,
con valor de US$ 1.82 millones, para financiar experiencias
piloto y una Unidad Técnica, con el objetivo de preparar
un conjunto de proyectos de apoyo a la "reforma agraria
de mercado."
El
programa fue anunciado como una forma de garantizar el acceso
de los campesinos a la propiedad de la tierra, eliminando
la burocracia y la intervención del Estado. Actualmente,
el programa esta en crisis en razón de las altas tasas
de interés, del atraso en los pagos de las parcelas
de los beneficiaros y la constante reducción de los
recursos de inversión del INCORA, destinados al programa
como contrapartida del gobierno.
En
1997, los propietarios ofrecieron al INCORA 1, 141, 303 hectáreas,
pero sólo fué posible subsidiar la compra de
42, 527 ha, o sea, un 3.7%. De las 38, 451 familias inscritas,
fueron seleccionadas apenas 3,113. A partir de ahí,
el programa cayó y las familias beneficiadas se redujeron
de 1,767 en 1998 a 845 en 1999, y solamente 650 en los años
2000 y 2001. Desde su creación, el programa subsidió
la compra de tierra a 13,000 familias.
En
1998, la propuesta de desviar el recurso destinado a la compra
de tierra para agricultores con capacidad de inversión
fue un pequeño elemento de una gran articulación
del proceso de reconcentración de tierras. Desde entonces,
el gobierno de Andrés Pastrana trató de sustituir
el programa de mercado subsidiado de tierras por el que llamó
de "alianzas estratégicas" entre grandes
y pequeños propietarios y empresarios. Esto fue denominado
por el Banco Mundial de "asociaciones de producción"
no buscando fortalecer la economía campesina, sino
su subordinación y la entrega de sus propiedades a
las grandes corporaciones.
El
Banco Mundial aprobó, el 22 de enero del 2002, un crédito
de 32 millones para aplicar un esquema de "asociaciones
productivas" entre las comunidades rurales y el sector
privado y para dinamizar el mercado interno, buscando aplicar
el fracasado proyecto de mercado subsidiado de tierras.
El
origen y el énfasis del proyecto están localizados
en las plantaciones de palma. Tres de las zonas priorizadas
para el programa de apoyo a las asociaciones son las principales
productoras de palma africana. Desde el punto de vista económico,
en estas zonas los programas entrarían para subsidiar
a los grandes propietarios en momentos de dificultad del mercado
y para garantizar el proceso de ampliación de sus fincas
sobre las pequeñas propiedades restantes. Así,
el Banco Mundial se orienta en el sentido contrario a la reforma
agraria.
Las
alianzas son una salida legal para que los nuevos "señores
feudales" no cumplan sus obligaciones con los trabajadores
rurales desplazados. Para transformar al trabajador en "socio,"
el latifundista se ahorra en jornadas de trabajo, eliminando
las horas extra y las obligaciones laborales. Se trata de
poder contar con una oferta de mano de obra permanente sin
tener ningún vínculo laboral entre los latifundistas
y los campesinos empobrecidos. Además de eso, ésta
es una forma de contar con una mayor oferta de mano de obra,
que beneficia las trasnacionales comercializadoras de aceite
de palma.
El
Banco Mundial sigue la dirección contraria a la reforma
agraria al priorizar cinco zonas donde pretende subordinar
a los campesinos, mediante la violencia del ejército
y la dependencia económica.
La
propuesta de los movimientos sociales
La
Coordinación Agraria, integrada por la Acción
Campesina Colombiana, Federación Nacional Sindical
Unitaria Agropecuaria, Organización Indígena
Nacional de Colombia entre otras, región desde el principio
como un proyecto de ley alternativo, ya que el proyecto gubernamental,
en lugar de contraponerse a la tendencia de los altos precios
de las tierras, consolidaba esa política y dejaba al
INCORA y a los campesinos a merced de las propuestas de los
propietarios.
La
Coordinación Agraria fue la antecesora del Consejo
Nacional Campesino (CNC), fundado en 1999. Actualmente once
organizaciones nacionales son parte del CNC y tienen una propuesta
concreta de reforma agraria adaptada a las circunstancias
actuales. La CNC organizó y dirigió una importante
movilización el día 13 de septiembre del 2000
en trece regiones del país.
La
Coordinación Nacional Agraria (CNA) surgió de
las movilizaciones regionales de sectores campesinos, minifundistas
y movimientos cívicos que exigían solución
a la crisis agraria y no encontraron respuesta adecuada en
las organizaciones nacionales, afectadas por la violencia,
muerte o exilio de sus dirigentes.
Frente
a la política económica general fue importante
el proceso organizativo iniciado por la Unidad Cafetera que
se agrupó en torno a la lucha de los campesinos y pequeños
propietarios del sector de la cafeticultura y por la cancelación
de las deudas.
A
partir de la lucha en defensa de la producción nacional
surgió la Asociación Nacional para la Salvación
Agropecuaria de Colombia, que encabezó una huelga nacional
en el sector entre el 31 de julio y 4 de agosto del 2000,
movilizando 100 mil personas en veintisiete bloqueos de calles
y otras manifestaciones. La Salvación Agropecuaria
realizó su primer congreso en el año 2001, habiendo
crecido su número de afiliados a diecisiete estados.
Para
transformar las condiciones actuales, los movimientos sociales
proponen un programa de reforma agraria y de reconstrucción
de la agricultura nacional: subsidiando las tasas de interés,
adoptando una estrategia de comercio internacional que proteja
la producción nacional y fortaleciendo el apoyo institucional
del estado para la adopción de tecnologías adecuadas.
La
solución debe articular un régimen de propiedad
de la tierra que proteja al campesino a largo plazo, sus comunidades
y sus planes de vida de desarrollo a través de las
Reservas Campesinas inalienables. Para reconocer el papel
de la economía campesina, es necesario que sea considerada
un sector estratégico y las comunidades rurales deben
ser reconocidas como sujeto de desarrollo.
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12.
Las políticas de la Vía
Campesina
13.
Bibliografia
14.
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