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Cartilha


2. La ideologia del Banco Mundial

Mônica Dias Martins*


Foto: Paul Van Wouwe

Desde hace más de medio siglo, el Banco Mundial promueve activamente la expansión del capitalismo promoviendo sus ideas y especialmente a través de préstamos. El capitalismo, como sistema económico, se expandió por el mundo bajo la lógica de la acumulación, la mercantilización, la competencia y la maximización de las ganancia, y penetró los múltiples aspectos de la vida humana y de la naturaleza.

El Banco Mundial ha determinado la definición el concepto desarrollo y, sobre todo, las estrategias para alcanzarlo. Sus políticas macroeconómicas, que condicionan el aprovechamiento de sus préstamos, son dictadas por los intereses del mercado. Esto engendra concentración, desigualdad, injusticia, inestabilidad y competencia. Las orientaciones, que corren a riesgo de los gobiernos, benefician más a las corporaciones multinacionales que a las comunidades nacionales y los trabajadores.

Impropiamente denominado como agencia multilateral, el Banco Mundial constituye un poderoso instrumento para promover la ideología de la modernización del Tercer Mundo. Los préstamos aumentan la deuda pública de los países clientes, que reducen las inversiones productivas y reducen el gasto social para destinar el dinero a pagar los intereses de la deuda. El resultado es un aumento del desempleo, la pobreza, el hambre y la violencia.

La influencia del Banco Mundial sobrepasa sus recursos financieros (US $30,000 millones anuales para proyectos), sus técnicos (8 mil funcionarios) y su área de atención (4,800 millones de personas en 100 países). Ejerce el liderazgo político sobre las demás agencias internacionales, influencia gobiernos, intelectuales, prensa, empresarios, y organizaciones no gubernamentales (ONGs).

Actualmente, las protestas contra el Banco Mundial se intensifican y se diversifican. Un ex-director del Banco afirma que el país que ignoró las medidas neoliberales del llamado Consenso de Washington es hoy menos pobre. En los Estados Unidos, los organizadores de la campaña "50 Años Bastan" realizaron boicots y presionaron para el cambio institucional de esta agencia. Cada año, manifestaciones de protesta ocurren paralelamente a sus asambleas anuales y críticas contundentes comienzan a encontrar acogida en los medios de comunicación. La resistencia al programa de reforma agraria por vía del mercado, se generaliza y es liderada por la Vía Campesina, la red internacional de organizaciones campesinas de más de 60 países.

2. EL BANCO COMO INSTITUCION.

Estructura

El grupo Banco Mundial, con base en Washington DC, está constituido por una única presidencia y cinco instituciones: el Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo, BIRD (fundado en 1946), Corporación Financiera Internacional, CFI (1956), Asociación Internacional de Desarrollo, AID (1960), la Agencia Multilateral de Garantía a la Inversión (1988) y el Centro Internacional para el Arbitraje de Disputas sobre Inversiones.

La creación de las dos últimas entidades deja claro la misión del grupo: atraer y, sobretodo, garantizar las inversiones externas privadas contra los prejuicios que podrían causar catástrofes o conflictos. En el campo de las relaciones internacionales, el Banco actúa como árbitro de disputas entre el capital extranjero y sus anfitriones.

La CFI, actúa exclusivamente del lado del sector empresarial, posee una estructura, equipo y norma distintas al BIRD y a la AID. Estas dos instituciones forman lo que se designa comúnmente como Banco Mundial (BM). Con 183 países miembros y actuando en cerca de 100 países en desarrollo (4,800 millones de personas), la agencia restringe sus préstamos a los miembros del Fondo Monetario Internacional (FMI). Las asambleas anuales del BM y del FMI son realizadas conjuntamente, revelando la consonancia de pensamiento y acción entre las dos entidades financieras.

Formalmente, la instancia máxima del Banco Mundial es el Consejo de Gobernadores, en el cual participan representantes de los países miembros que por regla es el ministro de finanzas. De hecho, las resoluciones sobre presupuesto, nuevos préstamos, gastos con operaciones, estrategias de asistencia son tomadas por apenas ocho países que tienen un puesto permanente (Estados Unidos, Japón, Francia, Inglaterra, Alemania, China, Rusia y Arabia Saudita), de un total de 24 que componen el Consejo de Directores Ejecutivos. Las demás naciones, agrupadas en 16 bloques, eligen cada dos años a sus representantes.

El voto es proporcional a la contribución monetaria como cuota del país miembro, contrario al principio "una nación, un voto" que rige el sistema de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El gobierno de los Estados Unidos, el mayor accionista con 17.87% de las acciones, decide los temas más importantes que requieren 85% de los votos, tiene prerrogativa de veto y designa el presidente del organismo que tradicionalmente es un norteamericano proveniente de la comunidad financiera. Este mantiene una comunicación directa con el Congreso de los Estados Unidos y su Consejo Consultivo integrado por los secretarios del Tesoro, Estado y Comercio, los dirigentes del Banco de la Reserva Federal y del Banco de Exportación e Importación.

Actualmente, el Banco Mundial es dirigido por James Wolfensohn, inversionista de la Bolsa de Valores de Wall Street, que esta en su segundo mandato. Sin embargo, el dominio ejercido por los Estados Unidos sobre este organismo se debe más a su poderío económico, político y militar que al número de votos, es precisamente este mecanismo que asegura la legalidad del proceso decisivo del Banco.

En un texto recientemente publicado en Internet titulado "Qué hacemos?" el Banco Mundial se autoproclama la mayor fuente de asistencia al desarrollo. Usas sus recursos, sus funcionarios altamente calificados y su extensa base de conocimientos para ayudar a cada país en desarrollo a trazar un camino de crecimiento estable, sustentable, equitativo y así luchara contra la pobreza.

Recursos Financieros

Los fondos destinados a proyectos individuales o sectoriales de iniciativa privada y pública se originaron, en su mayoría, en los mercados internacionales de capitales, mediante la venta de títulos. En teoría, cualquier persona podía adquirir acciones del Banco Mundial. Los bancos centrales de los Estados miembros también contribuyen suscribiendo cuotas de capital, de acuerdo con la situación económica, medida por el Producto Interno Bruto. En los años setenta y ochenta, casi la mitad del dinero recaudado por la agencia provenía de los países exportadores de petróleo, como Irán, Arabia Saudita y Venezuela.

A pesar de eso, los Estados Unidos mantienen un control sobre las políticas y actividades del Banco Mundial en los demás países. Incluso contribuyendo financieramente, los otros países tienen poca participación en las decisiones sobre ejecución y supervisión de los proyectos del banco.

De acuerdo con los Estatutos, los préstamos son independiente del régimen político. En la practica, hay sanciones a los gobiernos socialistas y nacionalistas; no a los que violan los derechos humanos. Cuba esta ausente del Banco Mundial desde el año siguiente a la revolución que destituyo al dictador Fulgencio Batista. Brasil fue embargado entre 1958 y 1964, Chile durante la administración del presidente electo Allende y Polonia, Checoslovaquia, Vietnam, Laos, Camboya, Angola, Mozambique y Uganda durante el periodo de la Guerra Fría.

No es casual que los mayores clientes sean países de extrema concentración de la renta. Lo que no se debe a ningún compromiso con el alivio a la pobreza, alardeado en sus documentos. Sino que es producto de la preferencia del Banco Mundial por los gobiernos que ofrecen mejores condiciones a los inversionistas extranjeros (como por ejemplo la mano de obra abundante, barata y disciplinada) y que tienen buenos antecedentes de crédito, es decir, que pagan los intereses de la deuda, ofrecen exenciones fiscales, flexibilizan la legislación laboral, sindical, de seguridad social, de protección a los recursos naturales y la industria nacional.

Los préstamos del Banco se vinculan generalmente, a proyectos específicos de más diversos tipos: energía, petróleo y gas, minerales, transporte, telecomunicaciones, irrigación, agricultura, desarrollo rural, salud, educación, servicios urbanos, pequeñas empresas, turismo. Por cada dólar que entre en el país, tiene que haber una contrapartida en moneda nacional, y esto puede comprometer la elaboración del presupuesto, induciendo al gobierno a utilizar las recetas con propósitos determinados por el Banco Mundial. Éste, informa las grandes corporaciones obre los proyectos en negociación mediante una publicación especial, permitiéndoles prepararse para la competencia anticipadamente.

El dinero del préstamo es transferido directamente a las empresas extranjeras contratadas para ejecutar los proyectos, servicios y obras, generando un mercado multimillonario importante en la manutención del capitalismo. Esta sistemática liberación de recursos termina beneficiando a las corporaciones multinacionales en detrimento de los países deudores, obligados a importar productos que podrían ser suplidos por la industria local.

Es el caso de Brasil, en la década de los sesenta, la producción nacional abastecía el mercado de equipos pesados para hidroeléctricas. Veinte años después, más del 80% es importado, pagados con préstamos del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Es imperativo para la sobrevivencia del Banco Mundial que extienda continuamente sus préstamos, garantizando a cualquier precio, el pago de los intereses, para mantener la confianza en el mercado financiero global y no perder la de los países miembros. Los Estados Unidos demuestran claramente su interés en apoyar las agencias internacionales, pues sin ellas, viene una revolución, afirmó un ex presidente del Banco.


Reclutamiento y formación de cuadros

Desde el gobierno de Ronald Reagan, la conducta del Banco Mundial ha sido determinada por una generación de economistas de la "escuela de Chicago", con sus estrategias neoliberales, sus modelos cuantitativos, sus ciclos de proyectos y su terminología de mercado (producto, cliente). Según esa ideología, los fracasos de los proyectos financiados por el Banco no serían atribuidos a las políticas de Ajuste Estructural, sino a la persistencia del clientelismo, apadrinamiento, corrupción y tráfico de influencias de los gobiernos locales.

En el año 2000, el Banco Mundial empleó ocho mil trabajadores de 140 nacionalidades, distribuidos en 67 oficinas locales y en su sede en Washington D.C. En ese mismo año el presupuesto administrativo fue de US$1,000 millones. Esos funcionarios poseen prestigio en los círculos académicos, en el medio técnico, en la esfera pública y privada. Su desempeño es avalado por la eficiencia y rapidez, factores cruciales para el Banco Mundial, cuyo promedio anual de préstamos pasó de veinte proyectos, en la década de los cincuenta, a aproximadamente trescientos. El tiempo de análisis y aprobación de procedimientos burocráticos permite apuntar soluciones técnicas y simples para los complejos e innumerables problemas de los países pobres.

Aparentando seriedad, neutralidad y objetividad, las misiones del Banco Mundial procuran mostrar que sus proyectos son rigurosamente seleccionados, cuidadosamente elaborados, evaluados con profundidad y sistemáticamente supervisados. El ciclo de proyectos, una rutina burocrática establecida en los años ochenta y aun vigente, es compuesto de seis etapas: identificación, preparación, evaluación inicial, negociación, supervisión y evaluación final. El funcionario tiene la responsabilidad de llenar el formulario preestablecido.

Pero esta uniformidad de acción es aparente, sirviendo apenas a los propósitos de propaganda. Las disputas entre banqueros y administradores públicos por el control del organismo, las divergencias sobre la importancia del estado y del mercado en la promoción del desarrollo, permean los más de cincuenta años de existencia del Banco. Las diferencias se manifiestan igualmente en la concepción de pobreza, para unos definida en función de indicadores cuantitativos de renta monetaria y, para otros, en una perspectiva cualitativa y multidimensional.


3. EL PODER DE LAS IDEAS DEL BANCO MUNDIAL


Tres presupuestos de inspiración neoliberal constituyen el núcleo central del pensamiento del Banco Mundial, que influencian los cambios de las directrices, orientaciones, procedimientos y normas. Estos presupuestos son: 1) la disolución de las identidades culturales, de los valores, de las costumbres y de las tradiciones; 2) la desarticulación de las sociedades políticas nacionales, con la eliminación de referencias de legitimidad y soberanía del Estado; 3) el fundamentalismo del mercado, portador de la racionalidad socio-política y principal agente de bienestar.

El Banco Mundial produce y difunde conocimientos que se tornan consensuales, como la necesidad de ayuda externa para las regiones subdesarrolladas. Determina en cada país la agenda de prioridades, las dificultades a enfrentar, las posibles soluciones y los parámetros de evaluación de la economía. Sus proposiciones parten de un conjunto de recetas únicas para todos los países. Éstas se basan en la apropiación privada de los bienes naturales y de propiedad comunal o pública, tales como las selvas, ríos, océanos, tierras y minerales. Otro elemento importante es el aumento de la productividad con el uso intensivo de técnicas para reducir el uso de mano de obra. Según el Banco, los pobres son un obstáculo al desarrollo, no se benefician de sus resultados ni contribuyen para su consecución.

El caso ejemplar es el de Colombia. En 1950, presidiendo una mision del Banco Mundial, Lauchlin Currie recomendaba incentivar la migración de los agricultores y la formación de un sector agropecuario moderno, destacándose la expansión del rebaño bovino para abastecer el mercado norteamericano de proteína animal. El principal enclave del crecimiento del país, diría él, era el número excesivo de campesinos y habían dos maneras de resolver la situación: o atraerlos para las ciudades o expulsarlos mediante un "choque". Conforme a sus propias palabras: una guerra puede tomar el lugar de un programa económico de movilidad acelerada. Tales ideas guiaron los planos del gobierno, afirma el economista Héctor Mondragón en su estudio sobre la realidad agraria colombiana. Él concluye que no hay desamparados porque hay guerra, sino sobre todo, hay guerra para que haya desamparados.

A partir de mediados de la década de los ochenta, los esfuerzos del Banco Mundial giran hacia la injerencia de las economías locales en la llamada globalización. Sus varias versiones comparten la premisa de un cambio rápido en las relaciones entre países, provocada por la tecnología, el mercado, las multinacionales y por las agencias internacionales. En rigor, su programa de "Ajuste Estructural, " caracterizado por el desregulamiento, la flexibilización, la privatización, y la mínima injerencia del estado, genera dependencia y aumenta la pobreza.

Ese es el camino inverso al recorrido por Inglaterra, Estados Unidos, Francia Alemania y Japón, que protegieron su agricultura y las industrias nacionales, se apoyaron predominantemente en sus propios capitales y tecnologías, y fortalecieron su población y mercado interno.

A pesar de formalmente ser un órgano especializado de las Naciones Unidas, el Banco Mundial mantiene una conducta independiente. Desde su creación, ambas instituciones ambicionan asumir el papel de vanguardia en la conducción de la política económica global. Financiamientos generosos por parte de las grandes potencias, intimidación económica, presiones políticas y represalias financieras, fueron elementos decisivos para que el Banco expandiera sus ideas, actividades, operaciones de préstamo y su personal. De esa forma se convirtió en el principal gestor de las políticas de desarrollo.

Los bancos regionales de desarrollo de América Latina, Asia y África, tienen sus directrices definidas por el Banco Mundial. Su influencia se expande hasta los programas de ayuda bilateral de los países Escandinavos, Países Bajos, Gran Bretaña y Canadá, además de los fondos de inversiones e instituciones privadas de crédito.

La relación de una poderosa burocracia del Banco Mundial con las autoridades públicas, sectores privados y, más recientemente, algunas ONGs posibilita una injerencia sin precedentes en los rumbos de las políticas económicas y sociales. Las deliberaciones sobre los proyectos interfieren en decisiones internas e externas de los países. El Banco Mundial llega a determinar prioridades en el gasto de finanzas públicas. De esta forma, gobernantes electos democráticamente, muchas veces, dejan de atender a problemas vitales de sus pueblos.

4. EL BANCO MUNDIAL EN LA MIRADA DEL MUNDO


Las protestas a la legitimidad, credibilidad y competencia del Banco Mundial se intensificaron y se diversificaron en los últimos años. La agencia pasó a sufrir presiones y críticas de antiguos funcionarios, gobernantes, intelectuales, periodistas, movimientos sociales, grupos de derechos humanos y ONGs.

Para el ex director del Banco y premio Nóbel de economía, Joseph Stiglitz, los ajustes estructurales que condicionaron los préstamos impidieron el crecimiento de los países, haciéndolos todavía más pobres. El economista Ravi Kanbur, también del equipo del Banco Mundial responsable por el reporte anual sobre desarrollo, sostuvo que las desigualdades entre las naciones viene aumentando. Un grupo de trabajo del Congreso de los Estados Unidos, presidido por Allan Metzer, propuso reducir significativamente las actividades y el efectivo de la tan rica institución.

Durante el tercer Foro Social Mundial, Jean Ziegler, relator de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, declaró que el Banco Mundial destruyó los pequeños progresos hechos por los países del Tercer Mundo. En buena parte de los debates ocurridos en el evento, el blanco predilecto era el unilateralismo del modelo de desarrollo impuesto por las agencias financieras internacionales.

La oposición al Banco ha sido organizada por redes como "50 Años Bastan" (50 Years is Enough), que reúne decenas de organizaciones y realiza movilizaciones, boicots, y campañas educativas,. Manifestaciones de protesta en varias ciudades del mundo marcaron las otrora tranquilas asambleas anuales de la entidad y ganaron espacio en los noticieros de la televisión. En algunos periódicos, como por ejemplo en el prestigioso Le Monde Diplomatique, va siendo usual encontrar reportajes y ensayos de acentuado contenido crítico sobre la actuación del Banco y sus consecuencias.

La resistencia a las políticas del "mercado de tierras" del Banco mundial tiene como referencia a la Vía Campesina - una articulación de organizaciones campesinas de más de 60 países. Acciones directas y masivas de movimientos campesinos de África del Sur, Brasil, Colombia, India, México y Tailandia, evidencían el crecimiento de la resistencia al programa de reforma agraria de mercado impuesto por el Banco Mundial.

* Mônica Dias Martins es profesora de la Universidad Estatal de Caerá, Brasil e investigadora de la Red Social de Justicia y Derechos Humanos. Actualmente coordina el Observatorio Internacional de la Universidad Federal de Caerá y la Red de Acción e Investigación sobre la Tierra (Land Research and Action Network-LRAN). Este texto resume el trabajo presentado en el simposio "Tensiones Mundiales" (Fortaleza, Brasil, 2003)

 

3. Trampas del Mercado de Tierras

4. África del Sur

5. Brasil

6. Colombia

7. Guatemala

8. India

9. México

10. Tailandia

11. Zimbabwe

12. Las políticas de la Vía Campesina

13. Bibliografia

14. Expediente